Esta mañana, bien prontito, antes de acudir a mi trabajo he ido a un cajero automático próximo.
Mientras ponía las cartillas al día ( SI: soy de aquellas dinosaurias que aún utilizan cartillas ) mis ojos se han posado sobre un objeto que había encima del cajero.
Se trataba de la parte inferior de una botella de plástico, dentro había dos moneditas de 1 centimo. Moneditas de esas que se nos cuelan por los bolsillos y tantas veces desechamos porque nos dan mucha guerra.
También había un pequeño mensaje, orientado de manera que cualquier persona que acudiera al cajero lo tuviera bien visible y en el que decía :
Mientras ponía las cartillas al día ( SI: soy de aquellas dinosaurias que aún utilizan cartillas ) mis ojos se han posado sobre un objeto que había encima del cajero.
Se trataba de la parte inferior de una botella de plástico, dentro había dos moneditas de 1 centimo. Moneditas de esas que se nos cuelan por los bolsillos y tantas veces desechamos porque nos dan mucha guerra.
También había un pequeño mensaje, orientado de manera que cualquier persona que acudiera al cajero lo tuviera bien visible y en el que decía :
En el cajero automático no había nadie más que yo misma .Yo misma, ese bote que me miraba y llamaba delante de un gran cartel donde figuraban todas las tarjetas con las cuales se podía operar.
Sorprendida he acabado mis gestiones.Y cuando me acercaba al trabajo, en un banco de la calle, sentado he visto a una persona con todos sus enseres. He atado cabos..........
¿Y mañana ?
Esta hucha, anónima,¿seguirá estando ahí, y recaudando limosnas como la antigua mano tendida en la acera?